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sábado, 7 de julio de 2012

Copiar o no copiar...

Copiar o no copiar

Por Daniel Solano


Muchas veces en ilustración editorial, me he visto en la necesidad de resolver cosas más rápido de lo que el límite de mi habilidad lo permite, me frustro con un boceto tras otro, o simplemente el boceto no sale. Encuentro entonces una imagen que me puede servir, una modelo en una pose casi idéntica a la que busco o una escena con el contexto deseado; entonces esto podría resultarme en un atajo para lograr cumplir el plazo de entrega.

Pero esto plantea una cuestión: ¿Debo copiar esta imagen con el fin de salir adelante con el trabajo?



La respuesta es no siempre y de del todo. Muchos grandes ilustradores y artistas se han visto en la necesidad de usar fotografías como referencia en su trabajo. Durante años, Norman Rockwell (en mi opinión uno de los más grandes artistas e ilustradores del siglo XX) se vio atacado o menospreciado por sus colegas por el uso de fotografías como material para sus exquisitas pinturas. Con el tiempo muchos otros ilustradores de esa epoca dorada norteamericana fueron sumando la fotografía entre sus herramientas. Alphonse Mucha, Ilustrador y pintor icónico del Art Nouveau también usaba fotografías de referencia, Pero muchos otros ilustradores se callaron esta herramienta pensando que socavaba su reputación y la calidad de sus obras.




Jean Giraud, Otro gran ilustrador y artista de origen francés aprendió sobre el uso de estas referencias de uno de sus mentores.

Acá hay una pequeña entrevista hecha a Jean "moebius" Giraud donde habla al respecto y el link a la entrevista original:

[Jean] GIRAUD: Si. Yo comencé como un artista autodidacta, copiando a otros artistas, y luego, por suerte, entré a la escuela de arte, esto liberó mi mano y me abrió los ojos hasta cierto punto. Es muy peligroso trabajar de “segunda mano” (refiriéndose a otros artistas), lo que es. Mis profesores eran de la vieja escuela: insistían en que, con el fin de transcribir la realidad con cierto grado de frescura o carácter, el ojo tiene que ser confrontado con la imagen en tres dimensiones. Por supuesto, yo no lo hice lo suficiente, y cuando me reuní con Joseph] Gillain (artista belga), esto es lo que me dijo. Dijo que se podría trabajar a partir de fotografías en un apuro, pero el trabajo no tendría la misma calidad intrínseca. Es cierto: se puede ser muy hábil en el dibujo a partir de fotografías, y sin embargo, se pierde por completo el alcance, la dimensión del original ...

THOMPSON: Tiene una tendencia a aplanar ...



GIRAUD: Sí, se pierde la perspectiva, hay muchos detalles que transcribir, que se pierde uno dentro de los miles de millones de piezas de información. Trabajando a partir de la observación de la naturaleza se aprende a sintetizar.



THOMPSON: ¿Alguna vez ha trabajado a partir de fotos?


GIRAUD: Oh, sí, cuando empecé a trabajar con José Gillain, él me enseñó a dibujar a partir de fotos. Es un tipo muy especial de habilidad, y si es muy fiel a la foto, esta te traga. Si, por ejemplo, en el centro de una página entera de dibujos personales, hay de repente un dibujo que es demasiado ...

[JEAN-MARC] LOFFICIER: ¿Con exceso de detalle?

GIRAUD: No con exceso de detalle, si no dependiente de una visión fotográfica, es como si hubiese un agujero repentino en la página. Uno tiene que tomar los elementos de la foto que necesita, y transcribirlos a través de su ordenador personal, con el fin de obtener una visión personal. La misma regla se aplica a la elaboración de la observación natural. Es muy difícil, pero es lo que permite al artista llevar su visión al trabajo. De lo contrario, no es más que un loro o un mono.

Fuente: Jean Giraud, “The Other Side of Moebius,” entrevista por Kim Thompson, The Comics Journal #118 (December 1987), pp. 85-105.


En mi opinión esto se podría resumir así, No hay que copiar mecánicamente lo que uno ve, hay captar la esencia y hacerla propia. Si bien una imagen nos presenta parte del trabajo ya resuelto, no es ideal copiar y re-dibujar dicha imagen como trabajo final.

La fotografía es una de las mejores herramientas que podemos utilizar, así como también la observación real de un objeto vivo en una clase de la facultad de Bellas Artes. Con el surgir de la fotografía a finales del siglo XIX, muchos artistas aumentaron su arsenal, que muchas veces se veía limitado por el que tanto rato podía un modelo mantener la pose. Durante siglos muchos pintores realizaban numerosas sesiones con sus modelos y procurando colocarlos en la misma posición una y otra vez. Incluso durante el renacimiento, vestimentas enteras y telas para estudios de drapeado, eran engomadas para que mantuvieran su forma mientras se les retrataba.

Claro, la observación tridimensional de un objeto o modelo y su posterior representación pictórica dependía del criterio del artista para decidir sobre su volumen, forma, topología y estructura, ya que es casi imposible que el mismo pintor pueda observar dicho objeto de estudio desde el mismo punto en el espacio, digo uno se cansa y quiere relajarse un poco en su silla y al modelo terminamos viéndolo un poco más desde abajo.

La fotografía en sus primeros años requería a veces tiempos de exposición tan largos que los modelos podían cansarse igual o más que un modelo de una clase artística. Con los avances tecnológicos, los tiempos de exposición se fueron haciendo más cortos y las fotografías más nítidas. Las poses, los momentos antes fugaces quedaban retratados para el resto de la historia.

Una fotografía bidimensional no presenta pues el problema de criterio sobre si uno ve o no al modelo un poco más de lado o desde arriba, no hay nada que cuestionarse todo esta ahí. 

Entonces, ¿si todo está ahí, en que emplear ese criterio artístico, ese poder de decisión o visión creativa? Debemos ser justos y enfocarnos en que es una herramienta más y no un fin como medio. De lo contrario enseñemos la fotografía tal cual y no dibujemos nada. Uno como artista aprendiz o en crecimiento no puede dejarse llevar por atajos, el camino largo tiene más cosas que enseñarnos que no tienen el camino corto. No copiemos, observemos, tomemos lo que necesitamos, tomemos lo que nos cueste resolver pero aprendamos de ello, que no se convierta en nuestro vehículo de trabajo, nuestra habilidad e imaginación es un músculo que también es necesario entrenar. Unos zapatos deportivos no nos ayudaran a tener condición física si los usamos para sentarnos. Corramos con ellos.



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