Copiar o no copiar
Por Daniel Solano
Muchas veces en ilustración editorial, me
he visto en la necesidad de resolver cosas más rápido de lo que el límite de mi
habilidad lo permite, me frustro con un boceto tras otro, o simplemente el
boceto no sale. Encuentro entonces una imagen que me puede servir, una modelo
en una pose casi idéntica a la que busco o una escena con el contexto deseado;
entonces esto podría resultarme en un atajo para lograr cumplir el plazo de
entrega.
Pero esto plantea una cuestión: ¿Debo
copiar esta imagen con el fin de salir adelante con el trabajo?
La respuesta es no siempre y de del todo.
Muchos grandes ilustradores y artistas se han visto en la necesidad de usar
fotografías como referencia en su trabajo. Durante años, Norman Rockwell (en mi
opinión uno de los más grandes artistas e ilustradores del siglo XX) se vio atacado o
menospreciado por sus colegas por el uso de fotografías como material para sus exquisitas
pinturas. Con el tiempo muchos otros ilustradores de esa epoca dorada norteamericana fueron sumando la fotografía entre sus herramientas. Alphonse Mucha, Ilustrador y pintor icónico del Art Nouveau también
usaba fotografías de referencia, Pero muchos otros ilustradores se callaron
esta herramienta pensando que socavaba su reputación y la calidad de sus obras.
Jean Giraud, Otro gran ilustrador y artista de
origen francés aprendió sobre el uso de estas referencias de uno de sus
mentores.
Acá hay una pequeña entrevista hecha a Jean "moebius" Giraud donde habla al respecto y el link a la entrevista original:
[Jean] GIRAUD: Si. Yo comencé como un artista autodidacta,
copiando a otros artistas, y luego, por suerte, entré a la escuela de arte,
esto liberó mi mano y me abrió los ojos hasta cierto punto. Es muy peligroso
trabajar de “segunda mano” (refiriéndose a otros artistas), lo que es. Mis
profesores eran de la vieja escuela: insistían en que, con el fin de
transcribir la realidad con cierto grado de frescura o carácter, el ojo tiene
que ser confrontado con la imagen en tres dimensiones. Por supuesto, yo no lo hice
lo suficiente, y cuando me reuní con Joseph] Gillain (artista belga), esto es
lo que me dijo. Dijo que se podría trabajar a partir de fotografías en un
apuro, pero el trabajo no tendría la misma calidad intrínseca. Es cierto: se
puede ser muy hábil en el dibujo a partir de fotografías, y sin embargo, se
pierde por completo el alcance, la dimensión del original ...
THOMPSON: Tiene una tendencia a aplanar ...
GIRAUD: Sí, se pierde la perspectiva, hay muchos detalles que transcribir, que
se pierde uno dentro de los miles de millones de piezas de información.
Trabajando a partir de la observación de la naturaleza se aprende a sintetizar.
THOMPSON: ¿Alguna vez ha trabajado a partir de fotos?
GIRAUD: Oh, sí, cuando empecé a trabajar con José Gillain, él me enseñó a
dibujar a partir de fotos. Es un tipo muy especial de habilidad, y si es muy
fiel a la foto, esta te traga. Si, por ejemplo, en el centro de una página
entera de dibujos personales, hay de repente un dibujo que es demasiado ...
[JEAN-MARC] LOFFICIER: ¿Con exceso de detalle?
GIRAUD: No con exceso de detalle, si no dependiente de una visión fotográfica,
es como si hubiese un agujero repentino en la página. Uno tiene que tomar los
elementos de la foto que necesita, y transcribirlos a través de su ordenador
personal, con el fin de obtener una visión personal. La misma regla se aplica a
la elaboración de la observación natural. Es muy difícil, pero es lo que
permite al artista llevar su visión al trabajo. De lo contrario, no es más que
un loro o un mono.
En mi opinión esto se podría resumir así, No hay que copiar mecánicamente lo que uno ve, hay captar la esencia
y hacerla propia. Si bien una imagen nos presenta
parte del trabajo ya resuelto, no es ideal copiar y re-dibujar dicha imagen como
trabajo final.
La fotografía es una de las mejores
herramientas que podemos utilizar, así como también la observación real de un
objeto vivo en una clase de la facultad de Bellas Artes. Con el surgir de la
fotografía a finales del siglo XIX, muchos artistas aumentaron su arsenal, que
muchas veces se veía limitado por el que tanto rato podía un modelo mantener la
pose. Durante siglos muchos pintores realizaban numerosas sesiones con sus
modelos y procurando colocarlos en la misma posición una y otra vez. Incluso durante el
renacimiento, vestimentas enteras y telas para estudios de drapeado, eran
engomadas para que mantuvieran su forma mientras se les retrataba.
Claro, la observación tridimensional de
un objeto o modelo y su posterior representación pictórica dependía del
criterio del artista para decidir sobre su volumen, forma, topología y
estructura, ya que es casi imposible que el mismo pintor pueda observar dicho
objeto de estudio desde el mismo punto en el espacio, digo uno se cansa y
quiere relajarse un poco en su silla y al modelo terminamos viéndolo un poco
más desde abajo.
La fotografía en sus primeros años
requería a veces tiempos de exposición tan largos que los modelos podían
cansarse igual o más que un modelo de una clase artística. Con los avances tecnológicos,
los tiempos de exposición se fueron haciendo más cortos y las fotografías más
nítidas. Las poses, los momentos antes fugaces quedaban retratados para el
resto de la historia.
Una fotografía bidimensional no presenta
pues el problema de criterio sobre si uno ve o no al modelo un poco más de lado
o desde arriba, no hay nada que cuestionarse todo esta ahí.
Entonces, ¿si todo está ahí, en que
emplear ese criterio artístico, ese poder de decisión o visión creativa?
Debemos ser justos y enfocarnos en que es una herramienta más y no un fin como
medio. De lo contrario enseñemos la fotografía tal cual y no dibujemos nada.
Uno como artista aprendiz o en crecimiento no puede dejarse llevar por atajos,
el camino largo tiene más cosas que enseñarnos que no tienen el camino corto. No copiemos, observemos, tomemos lo que necesitamos, tomemos lo que nos cueste resolver pero aprendamos
de ello, que no se convierta en nuestro vehículo de trabajo, nuestra habilidad
e imaginación es un músculo que también es necesario entrenar. Unos zapatos
deportivos no nos ayudaran a tener condición física si los usamos para
sentarnos. Corramos con ellos.
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