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domingo, 11 de noviembre de 2012

Minimalismo


“Minimalist”  por Andrea Oliva

Minimalismo


El minimalismo, minimal o minimalista -que sustituye denominaciones como cool art, nihilist art, imageless pop, literalist art serial art, o idiot art,- es característico por un reduccionismo estético extremo, abstrayendo al objeto en sus formas geométricas, presentándolo de una manera impersonal. Abarco todas las áreas del arte, desde la música, el arte pictórico, la escultura, y la arquitectura hasta el diseño.

Este se puede evaluar como una categoría interdisciplinaria que se caracteriza por su voluntad de simplificación, funcional y conceptual, capaz de movilizar nuevas estrategias estéticas para el arte y la arquitectura. Este se ha convertido en palabra clave para designar toda una tendencia de arte, la arquitectura, y el pensamiento contemporáneo, que rehuyen la intención narrativa o iconográfica, y encuentran la simplicidad de la geometría, en la austeridad del vacío.






Tuvo su primera aparición en los años 60’s como una reacción contra el subjetivismo y el emocionalismo del Expresionismo Abstracto; basándose en el rechazo de las prácticas habituales de la composición pictórica. El termino como tal fue acuñado por primera vez por Richard Wollhein, en 1965, en un artículo de la revista Arts Magazine, donde defendía la intervención mínima de algunas obras de los entonces artistas pop como Duchamp, Reinhardt y otros. 
En este artículo se analiza una de las cualidades de la estética moderna: “voluntad de disolución del contenido en el sentido pictórico del término”. Entonces se enfatizaba en la improvisación y la espontaneidad del movimiento, planteando un arte totalmente preconcebido, de gran claridad, rigor conceptual y simplicidad. Esto se traduce a la frase “lo que ves, es lo que ves”, pronunciada por Frank Stella en 1966 y considerado como algunos el eslogan del minimalismo a nivel pictórico.

En esta época las nuevas tendencias del arte y de la arquitectura descubren lo poco viable de las categorías artísticas tradicionales, lo que origino un planteamiento de la necesidad de una relación entre la teoría y la práctica, tomando en cuenta la percepción del espectador, lo cual era lo más importante. De hecho, este arte se basa en las experiencias fenomenológicas del observador, en como se percibe la interrelación entre las partes, tanto del trabajo como de un todo. A modo de énfasis, las repeticiones en el arte minimalista sirven para reafirmar las sutiles diferencias en la percepción de aquellas formas en el tiempo y en el espacio y como esta cambia cuando el espectador se mueve tanto en tiempo, como en espacio.


Composition with Red, Yellow and Blue 
1921. Piet Mondrian.


A partir de la segunda mitad de los sesenta, las obras europeas de Kandinsky, Malevich o Mondrian y los proyectos de Gropius, van der Rohe, o Le Corbousier sentarán las bases de una nueva condición artística pues desvelan aspectos estructurales, formales, compositivos y conceptuales del nuevo arte.

Si bien es cierto, que el arte mínimo procede la crisis de la modernidad, la arquitectura y el diseño minimalista se debe a precursores como Mies van
der Rohe, cuya frase de “menos es más”, hace del movimiento minimalista una reducción plástica y estética, haciendo un gesto elocuente, ya que no es necesario dejar a la vista a la estructura, pues en este arte lo que interesan son los planos puros y lisos más que el material o que la propia estructura.
“Más es menos y menos es más... Cuanto mayor sea el número de usos, relaciones y suplementos que tenga un objeto menos puro será... Más es menos”. Ad Reinhardt, Art News



Casa Goetz de Munich. Jaques Herzog y Pierre de Meuron


Muchos de los artistas minimalistas de la época se adscribieron al constructivismo, como Donald Judd, quien se encargó de formular series de piezas cúbicas en secuencia, alineadas en intervalos regulares, donde sus acabados permitían superficies impersonales, creando nuevos “objetos específicos”, y con el arquitecto Louis Kahn se independizaron de los postulados de Mies van der Rohe encontrando una personalidad para la nueva arquitectura americana.


Donald Judd buscar imagen de obra de columna derectang en pared




En los años 80’s se desató una reacción contra la impersonalidad del minimalismo y otros estilos abstractos, que provocó un renacimiento de la pintura figurativa denominado neoexpresionismo. A pesar de que parecía el final del minimalismo, este volvió a cobrar vida cuando este se estableció como una reacción contra el lenguaje estilístico de Alquimia y Memphis y contra el post modernismo a principios de los 90’s donde se renuncia a la abundancia visual, la cual pone como manifiesto “lo difícil de la vida urbana y su decoración”. (Phillipe Stark 2003)

El minimalismo se caracteriza principalmente por la importancia que se le da a las partes y superficies inmaculadas. Otros de sus signos son: funcionalidad, severidad, máximo orden, formas netas, líneas simples, racionalidad, abstracción total, esencia, también presenta colores puros (como lo son: negro, gris, blanco y ocasionalmente plateado o dorado). Además, presenta formas simples y geométricas realizadas con precisión mecánica, uso general de planos y líneas rectas, elegancia de las curvas, reducción de elementos y espacio, composiciones matemáticamente regulares y la utilización de materiales industriales, utilizados de la forma más neutral posible de modo que no afecte sus calidades visuales, estos son como la madera, metal y tubo doblado de forma neutral, de manera tal que sus calidades visuales no sean alteradas.

En lo referente a los muebles, estos deben de ser de líneas depuradas, simples y sencillas. Deben resultar fáciles de usar, apilables, plegables, móviles; hechos para trasladarse y cumplir funciones múltiples. Se privilegian maderas claras, los colores suaves, los vidrios satinados y el acero (el color y los materiales son elementos unificadores); además se colocan muy pocos objetos –aquellos que sean básicos- ubicados estratégicamente.
Como deben conservarse o mostrarse pocas cosas, son importantes los muebles contenedores de líneas rectas y puras que generen un espacio oculto para guardar lo superfluo.  





De hecho, la compañía Zeus, reconocida a nivel mundial por sus diseños minimalistas, tanto en objetos como en interiores, proclama que sus objetos “son
diseñados para relajarse y pensar, no para exhibirlos ostentosamente, son diseñados para ser usados…”
Este movimiento produjo gran cantidad de mobiliario enfocados principalmente a solucionar la posición sedente, ya sea representadas en sillas, sillones o bancos para bar.

Estos representaron, según su uso, al movimiento en su propia forma. Como
por ejemplo, los sofás se caracterizaron por ser de líneas sencillas, utilizando tapices monocromos, con cojines dispuestos en un orden estricto. Las sillas se distinguen por ser en su mayoría apilables, de materiales duros, prescindiendo de toda clase de recubrimientos, elaboradas de metal o derivados del plástico, como se puede observar a bien en las sillas apilables por Dakota Jackson. 



Sillas Cadette por Dakota Jackson


De la mano con las sillas, se crearon como complementos mesas en donde se le da extrema importancia al realce del material, ya sea del metal o madera. Las patas tienden a ubicarse en el perímetro de la mesa.
Uno de los máximos exponentes del minimalismo es el reconocido Phillippe Stark,
que favoreció como con una especie de obsesión la elaboración de lámparas. Este encontró su justificación en la falta de diseño que este objeto como tal recibe y su importancia en determinar espacios por el mismo, por ende es muy prolífico en esta área.
En lo referente a la arquitectura la cultura japonesa fue la que más se destaco en este campo.  Esto se debe a que la cultura Japonesa como tal, tiene un legado estético bastante lineal, donde todo tiende al minimalismo. Tomamos como ejemplo al arquitecto a Akira Sakamoto con claras tendencias a ese movimiento.

El minimalismo ha sido utilizado por artistas, diseñadores y arquitectos en las últimas décadas como un medio crítico para confrontar el arte y su nuevo papel social, desde la crítica de la representación, en este movimiento radical, tomando siempre en cuenta al espectador o usuario.

Exprimidor de jugos por Philippe Starck, 1991

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