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miércoles, 17 de abril de 2013

Proporción (segunda parte)

Proporción II

por Daniel Solano

En la primera parte mencione el desarrollo de las representaciones humanas y las proporciones de estas hasta la aparición del arte clásico griego.

Teníamos que Policleto y sus tratados de estética "perfecta" establecieron un canon de simetrías y relaciones corporales basadas en la matemática. Durante este periodo surgieron los Pitagóricos y "su amor" por las artes y las proporciones divinas como la presente en el pentagrama, sirvieron muy posiblemente a Policleto para desarrollar su canon de proporciones.

Uno de los descubrimientos usualmente atribuido a Pitagoras, es la proporción áurea. Esta dice que existe la misma proporción entre la medida del segmento b con respecto al a, que la que hay entre el segmento a y el A (suma de a y b). Esta proporción fue ampliamente usada desde la época clásica griega hasta la actualidad.

Pitagoras y los "pitagoricos" usaban un símbolo para identificarse a si mismos, el pentagrama, Valga la aclaración que no tiene nada que ver con el pentáculo usado en ocultismo bastantes siglos después.


Acá es visible la relación de múltiples segmento o suma de ellos con la proporción áurea.


La escultura y la arquitectura de la época clásica griega tan matemáticamente estructurada pose muestras de su relación con esta proporción. Según esta, existe la misma relación por ejemplo entre la altura de la cabeza y la altura de las cejas que la que hay entre la altura de la cabeza hasta las cejas y la altura del labio (en posición inversa) o que proporción entre la altura total del cuerpo y la altura hasta el ombligo es la misma que las medidas en la cabeza o el tamaño del torso y el límite de los pectorales.



La estética humana cambió poco a lo largo de varios siglos, la cultura griega dio paso a un mundo romano con herencia griega. la representación humana en el arte romano en materia de esculturas se origina primero como una serie de reproducciones en mármol de antiguos bronces helenísticos. Mucho del fuerte de la representación humana (y arte en general) esta en sus retratos, representaciones de grandes generales, hombres acaudalados y sus familias o el mismo emperador. El nivel de detalle y la personalización de las facciones fueron mucho mayores que las alcanzadas por los griegos. El arte romano fue prolífico en relieves y mosaicos y eran muy frecuentes los retratos en bustos o para mausoleos y sarcófagos funerarios. El arte cristiano era bastante escaso en su inicio y en muchas ocasiones a sitios escondidos y con poco manejo de técnica tal vez por que eran hechos por el placer de rendir culto más que de plasmarlo per se.


Lucius Caecilius lucundus, Museo Arqueológivo de Napoles; Sarcofago de Portonaccio,
Museo Nacional de Roma y Busto de Marco Aurelio. Louvre.
Ok ahora las cosas se van a poner un poco densas. Tras la caída del imperio Romano de occidente el estandarte quedó en manos del imperio romano oriental en Bizancio. Durante la época paleo cristiana (siglo I -VI d.c.) el arte fue principalmente arquitectónico pero con bastantes representaciones, religiosas en su mayoría y hechas en frescos, murales y relieves principalmente. La imagen de Cristo sufrió una metamorfosis con el tiempo. Originalmente se le mostraba como un joven sin barba de apariencia y vestiduras romanas, se cree que la imagen del cristo barbado es emulando la imagen clásica de los antiguos pensadores. 


Jesus sanando a la mujer con sangrado, catacumbas en Roma y Transfiguración de Cristo en el monasterio de Santa Catalina, Monte Sinaí.
Con los siglos la visión de la figura humana se volvió más estilizada sin tanta preocupación por la representación realista de los individuos, probablemente bajo la influencia del arte y comercio de muchas culturas; esta época se caracteriza por ser muy ecléctica. El estilo es menos estricto en las representaciones, posturas y proporciones.


San Demetrio, Iglesia de San Demetrio, Grecia (entre siglo VII y el VIII)
En cualquier caso la estética predominante era más "asiática" y menos matemática y simétrica de lo que fue un tiempo atrás. La síntesis del paleo cristiano da al trasto con la práctica iconoclasta (posible influencia musulmán) donde la representación humana, en este caso de santos y vírgenes quedo primero en conflicto por el monofisismo, el cual dice que en Jesús solo esta presente la naturaleza divina, pero no la humana y como es imposible la representación fiel de esa divinidad no puede o no debe ser representada de ninguna forma, y aunque la parte humana si es representable la figura de Cristo es indivisible, así que seguimos sin representaciones.

El monofisismo producto del segundo concilio ecuménico en el 381 vino como oposición al "arrianismo", este decía que Jesús era hijo de Dios pero no Dios mismo, o sea, tenía su parte humana y su parte divina. Después de un par de siglos de conflicto ya no religioso si no también político el emperador bizantino León III ordena después del concilio de Nicea en el año 787, la destrucción de todas los iconos religiosos en las iglesias, la representación pictórica o escultórica de Jesús y la Virgen quedaron prohibidos como objetos de adoración y remplazados en su mayoría por cruces.


Cruz en lugar de las representaciones que la precedieron, Hagia Irene, Estambul, Turquía
Las representaciones de escenas y santos a nivel narrativo fueron permitidas bajo la idea de la veneración así evitando también los enfrentamientos (a veces sangrientos) entre los iconoclastas que rechazan la adoración de iconos o ídolos y los que practicaban la iconodulía o veneración de imágenes bajo el concepto de conocerse ser una mera representación o recordatorio de una verdad espiritual más grande como con las diversas advocaciones de la Virgen. Una de las mejores muestras y más frecuentes es El "Cristo Majestuoso", una imagen central grande rodeada de santos y profetas, O el "Cristo Pantocrator" usualmente en solitario pero de gran tamaño y bendiciendo siempre al espectador.

Cristo Pantocrator, iglesia de San Clemente de Taüll, Cataluña España.

El asunto entonces es así, por un lado unos no desean adoradores de ídolos herejes en sus templos así que no les ponen ídolos o imágenes que adorar, cero representaciones; y por otro están los que veneran la idea capturada en una efigie o imagen de un ser o escena y que además eran menos elaboradas en su construcción.

Esta entrada se me hizo un poco más larga de lo previsto así que continuaré la próxima.

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